Hay una alta probabilidad de que ocurra un accidente si quedaban si pocas defensas, o ninguna, en materia de seguridad operacional para impedir que el incidente llegara a ser un accidente. A fin de resolver esto, un análisis basado en el riesgo del suceso, que tiene en cuenta al escenario más verosímil en caso de que el incidente se hubiera intensificado y la eficacia de las defensas restantes entre el incidente y el posible accidente, puede como siguiente:
a) Considerar si hay un escenario verosímil en el que este incidente podría haber llegado a ser un accidente.
b) Evaluar las defensas restantes entre el incidente y el posible accidente como:
– efectivas, si quedaban varias defensas y era necesario que coincidieran al fallar.
– limitadas, si quedaban pocas defensas, o ninguna, o cuando evitar el accidente fue providencial.
Considerar tanto él como la fuerza de las demás defensas entre el incidente y el posible accidente. Ignorarlas defensas que fallaron y considerar únicamente las que tuvieron efecto y las defensas ulteriores aun restantes.
El escenario más verosímil se refiere a la evolución realista de las lesiones y/o el daño resultante del posible accidente.
Las defensas incluyen: miembros de la tripulación y su instrucción y procedimientos, ATC, alertas (dentro y afuera de la aeronave), sistemas de la aeronave y redundancias, diseño estructural de la aeronave e infraestructura del aeródromo.
La combinación de estas dos evaluaciones ayuda a determinar qué incidentes son incidentes graves: